A principio de semana la Mesa Ejecutiva de la CONFECh le planteó al Consejo de Rectores (CRUCH) la necesidad de que las universidades avancen en democratización, en una rebaja de los aranceles que pagan los estudiantes y nuevos mecanismos de acceso.
Aspectos, de vital importancia para el movimiento estudiantil universitario, son recuperar el rol público de las instituciones del CRUCH y marcar una clara diferencia con las privadas que ahora aspiran a ser consideradas de la misma manera que las tradicionales a la hora de acceder al Aporte Fiscal Directo (AFD).
Para Julio Sarmiento, Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), y miembro de la mesa ejecutiva del CONFECH, lo anterior se refleja en “que actualmente las universidades tradicionales que no lucran deben sostenerse, sin tener un punto de inflexión con las privadas, situación que tiene relación con la desnaturalización de la educación pública, donde no se han profundizado la democracia, la diversidad de estudiantes y el pluralismo que tiene que caracterizarlas, algo que no es obligación para las privadas”
Durante la reunión con representantes del Concejo de Rectores, la CONFECH manifestó la importancia de que el CRUCH aplique estas medidas con urgencia, para que puedan hacer frente a la agenda privatizadora del gobierno con argumentos de fondo que fundamenten, sin lugar a dudas, que existe una clara diferencia entre la educación superior pública y privada, por lo que el financiamiento debe ser distinto, debiendo estar las primeras a cargo del estado.
Aunque de manera muy incompleta, los pasos más decisivos en democratización los ha dado la Universidad de Chile, que ha sido la única en modificar los estatutos heredados de la dictadura, seguidos por la Universidad de Santiago de Chile (USACH) y la de Valparaíso que tienen propuestas estatutarias pendientes de convertirse en ley.
La USACH, encabeza la aplicación de mecanismos de acceso complementarios al implementar desde hace varios años un sistema de propedéutico que ha obtenido resultados muy favorables. Otras iniciativas como los cupos supernumerarios, aplicados en otras instituciones, han demostrado ser insuficientes para revertir la elitización de algunos planteles.
Por otro lado los aranceles siguen siendo un dolor de cabeza para los estudiantes del CRUCH, ya que en muchas instituciones son reajustados de manera arbitraria año a año, sin la existencia de una política institucional que responda a necesidades de largo plazo y tenga en consideración el impacto que tiene en las familias vulnerables, para las cuales es una importante traba y la base de su endeudamiento.
En la pasada sesión de Arica, la CONFECH, definió que era fundamental avanzar en estos puntos si se quiere enfrentar en conjunto las políticas del ministerio de educación y se están haciendo llamados a todos los estudiantes para discutir las demandas, sin descartar movilizaciones para este segundo semestre.
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